Laura Calle nació en el municipio de Don Matías, Antioquia, Colombia, el 22 de febrero del año 2000, se graduó del bachillerato en el 2017. Laura siempre quiso estar en el ámbito médico y tomó una capacitación en atención pre- hospitalaria del cual solo pudo completar un ciclo de cuatro que ofrecía el programa debido a que no tuvo los suficientes recursos para continuar.

Luego de esta circunstancia decidió dejar sus estudios de enfermería y empezó a trabajar en diferentes oficios tales como:

  • Mesera en una charcutería
  • Trabajó en un parqueadero alistando carros particulares y motos
  • Trabajó en un almacén de remates como vendedora de productos

Tiempo después al ver que nada le resultaba, decidió irse a emprender otros caminos y fue cuando se fue a vivir con unos amigos conocidos de ella al Valle del Cauca donde le ofrecieron trabajo y vivienda en un negocio de comidas rápidas, ahí duro 6 meses .

Tiempo después decidió regresar al departamento de Antioquia y fue ahí cuando pidió trabajo en un lavadero alistado los carros que llegaban del camino, en ese trabajo fue que empezó su pasión por los autos, en especial por los camiones.

En este tiempo ella ya tenia una idea de manejar tractomulas, mas no tenía la oportunidad de que alguien la fuera puliendo o le diera la oportunidad de arrancar, pero poco a poco y con el tiempo fue conociendo a varias personas del gremio y fue así que se fue dando a conocer y abrir puertas.

En esos tiempos ella aprovecho uno de sus contactos que se ofreció a ayudarla trabajando con él y fue cuando decidió irse para Medellín hacer la misma labor. Decidida a arrancar para la ciudad, pero las cosas no le resultaron como ella lo esperaba pues el trabajo no tenía tanta fuerza y pues no cumplía con sus expectativas económicas.

Aburrida y desilusionada en un momento de grande tristeza y preocupación, recibió una llamada de alguien conocido quien en ese momento le hizo una pregunta muy exacta y que recuerda diciéndole: “Laura, como te sientes para manejar una mula”, la respuesta de ella fue contundente: dijo que no la ilusionara y que no jugara con su ilusión de salir adelante.

Tiempo después efectivamente la llamada llegó ofreciéndole una entrevista de la cual ella siempre tuvo mucha fe y sin pensarlo dos veces se fue a la cita siempre encomendada a Dios y a la Virgen, llegó a la cita y ahí el señor le hizo saber que el siempre había querido darle la oportunidad de manejar una mula a una mujer y que el veía en ella ese potencial.

El señor muy amablemente le ofreció capacitación y entrenamiento en caso tal de que no lo tuviera y también le dijo que le podía asignar una mula que había acabado de comprar.

La respuesta de ella fue muy sincera y le dijo que le encantaba la oportunidad, pero debido a su actual condición económica ella no contaba con los recursos para poder sacar la licencia de conducción pues costaba mucho dinero, entonces que ese era el impedimento que ella tenía en el momento.

Entonces aquel caballero le dijo que eso no era problema alguno, muy generosamente el señor no solo le estaba ofreciendo empleo si uno que también se ofreció a ayudarla a pagar los costos de la licencia de conducir dándole el empleo y la oportunidad de pagarle a plazos los costos de la licencia, el cual ella muy agradecidamente aceptó y fue así como empezó con todo el proceso.

Para su gran fortuna, recuerda que su primer viaje en carretera le tocó sola y a cargo de una enorme carga de mercancía. Ella recuerda que exactamente esto fue el 20 de febrero del 2020 justo a dos días de su cumpleaños, el trayecto fue entre Medellín a Cali y el cual duró 3 días.

Aunque ya tenía la oportunidad, ella no se esperaba la llegada del Covid al país, la cual la hizo tomar decisiones drásticas sobre su domicilio pues al tener tantas complicaciones con los contagios ella decidió no poner en riesgo la salud de las personas con las que vivía, sin contar que como todo el país entró en la cuarentena y todo estaba cerrado, no había como conseguir un lugar seguro donde vivir; a ella le toco prácticamente vivir en la mula que manejaba, pues no tenía más opciones.

Esta situación duro aproximadamente 3 meses mas, sin embargo tuvo la gran fortuna de trabajar durante todo el tiempo de la pandemia, viajando entre Medellín y Cali.

Gracias al acceso que ella tenía con sus redes sociales, empezó a mostrar poco a poco su día a día en sus viajes, esta acción fue tomando fuerza en las personas que la conocían y fue así como la fueron animando a que empezara a subir mas de sus contenidos a las redes sin imaginar el gran alcance que esto podía tener (pues no estaba en sus planes) ella se fue convirtiendo en lo que hoy por hoy a logrado alcanzar…

Y así es como ella avanza en tiempo actual como una gran influencia que se ha ganado el apoyo y el cariño de millones de seguidores. Laura nunca tuvo ningún empeño en volverse influencer, mas la vida la ha puesto en ese lugar el cual ella agradece inmensamente, pues de esa manera es que ella puede demostrarle al mundo que si ella pudo, los demás también lo pueden lograr con la ayuda de Dios…