«Vengo de frente» es el disco debut de Mateo, un trabajo con influencias de salsa dura, afro latino, son montuno, boogaloo, dancehall, guaguancó, jazz, rock’n’roll, afrobeat, blues, pop, lofi, progressivo, alternativo y pantera.

Del álbum «Vengo de frente», se desprenden dos poderosas y exitosas canciones: «Camaleón» y «Aguacero».

«La idea de no tener vientos ni teclados fue clave, los montunos a dos guitarras, meter mambos en forma de riffs, tener coros con pregones de soneo y todo eso enmarcado en estructuras de música pop para que la cosa fuera accesible y honesta. Hay que conocer el lenguaje y entender nuestra identidad musical», declara Mateo.

Mateo llegó a Canadá a los 19 años, enamorado de su carrera luego de haberse graduado en diseño visual y producción para las artes vivas. Decidió radicarse en Montreal para aprender francés e inglés y para hacer una especialización en técnica de iluminación, sonido y video.

La intención de Mateo es transmitir, ser honesto y conocer el lenguaje para luego transformarlo en una propuesta fresca y digerible. El mensaje de su proyecto se basa en herramientas para el aprendizaje. La espiritualidad, el desamor, la protección y la manifestación de las metas.